José Luis Rodríguez Posadas
UNA MELODÍA PARA EL ALMA
La obra de José Luís Rodríguez Posadas es la de un artista completo. Un «Homo universalis» al estilo de aquellos que en el Renacimiento no encontraban separación entre uno y otro arte porque practicaban todos; en todos veían una posibilidad de alcanzar la belleza. Esa belleza que tenía su origen en una filosofía; en un interés por las cosas; en un amor a la sabiduría.
Hablábamos hace poco él y yo del empeño arduo por poner colores a la música. Si tal posibilidad es susceptible de ser plasmada en una obra, en una pintura, en una, en una fotografía. Convertir una sensación auditiva en una visual o al contrario.
José Luís tiene mucho camino andado. En la mayor parte de su obra pictórica unas grietas estudiadas, una división entre la sombra y la luz rompe la nada del lienzo situando de un lado el sonido y del otro el silencio. Hay en la mayoría de sus óleos esa melodía oscura, interior, que sugiere, que inquieta, y junto a ella, contra ella, el silencio del objeto que habla desde su propio concepto, desde su significado conocido.
Yo creo que José Luís Rodríguez Posadas elige su campo de trabajo en la abstracción del objeto. Musicalmente, diría que desdobla su cometido, creando para que los demás interpretemos. Ese objeto elegido, esa partitura, tiene muchas lecturas; tiene varios comentarios, responde a varios análisis, pero siempre destaca el factor de la perfección, del más difícil todavía, que nos obliga a remontar el espíritu por mor de lo expuesto. Es un reto constante a nuestra sensibilidad, una llamada a lo correcto, a lo excelente. Así, idea, creación, imagen,objeto, materiales, van creando una melodía para el alma,la música interior que nos sosiega.
Joaquín Diaz